AQUEL BURRO REBUZNABA
Donde se acaba El Picazo y las
piedras son leyenda,
aquel burro fue zarpazo que nunca supo de rienda.
A las dos de la mañana cuando la gente dormía,
aquel burro rebuznaba con fuerza y melancolía,
Y siendo buen despertador a las cinco repetía,
lo comenta el dormilón pidiendo siempre armonía.
Sus rebuznos tienen huellas de ser un burro flautista,
que mirando las estrellas teme perder mucha vista.
Los silencios de la
noche el burro los va rompiendo,
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