por lo tanto sobrina-biznieta del gran Emilio Muñoz Zurano, ambos además de inteligentes, su humanismo fue tal que senarón ambos
escuela, al tío Emilio, ni lo conocí, pero fue tanto lo que de él me hablo la mamá, que es como si hubiera tenido alguna conversación con él. Conversaciones, que afortunadamente si que tuve a diario con esa mujer, que adelantada a su tiempo, era una enciclopedia, con un raciocinio, no exento de una gran humanidad, con dignidad (No confundir con orgullo) ya que como ella
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