Que catastrofista eres, creo que te has pasado, la cosa no es para tanto. Hay muchas formas de vivir sin estar siempre anclados en el pasado, la huerta no ha muerto es simplemente otra forma de ser y de vivir, abre los ojos y mira la vida con ilusión, no todo es mirar siempre para atrás. La hermosa y risueña Huerta, por desgracia, hoy sólo está en la memoria de aquellos que la conocimos o crecimos en ella. Paradójicamente, la Huerta dió la vida a Murcia, a Beniaján y al rosario de pueblos que salpican el Valle... Pero hoy, en vil agradecimiento, se la hemos quitado a ella. La Huerta no muere, la Huerta ya está muerta, desde hace años, tras paceder la más implacable de las enfermedades: la avaricia humana.
Un día, quizá no muy tarde, el Padre Segura despertará de su letargo y vengará... ¿ donde esta la risueña y ermosa hurta.