Al final de la calle, bajando a mano izquierda, vivía el tio Ramón el cojo, que no se destacaba precisamente por ser muy simpático. El pobre vivía solo.
Tuvo un hijo, Patricio, excelentísima persona, que recuerdo se casó en el Campico y poco después desapareció.
La casa de la izquierda era la antigua tienda de Manolo y Rosa. Su hijo Juanito aún lo recuerdo, era el campeón de correr entre los crios de su edad, como el Quico de la Aurora, Pepico de Almendricos, el Morote, Juan Andrés de Don Tirso...