Dice la canción..."pero cuanto darias por volver a vivir ese tiempo una vez mas, dibujar aviones de papel, esperar a tu novia en su portal....". La cabina de teléfono está vacía, pero no está abandonada, sigo allí mirándola, pero al abrigo de la
chimenea, colmado de iusiones, tal vez con más ilusiones que cuando soportaba estoicamente los gélidos atardeceres esperando al Ángel que Dios me envió. Ahora miramos juntos la cabina desde la
ventana, con calor, con mucho más calor que el que desprende la
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