Con Llanera al borde de la quiebra y Golden Sky intentando vender como sea el Roblecillo, pronto veremos cómo abandonan los patrocinios y se despiden. Algunas promotoras como Polaris están intentando hacer una maniobra a la desesperada, cambiando su mensaje de segundas residencias a primeras, con buenas rebajas. Pero me temo que no funcionará en Caravaca. En un contexto de crisis profunda como la que se avecina, quizás tan sólo encontremos amparo en la agricultura, la ganadería y la pequeña industria. Todos esos sectores que nuestro Ayuntamiento ha pretendido hundir, que ha denostado tachándolos de anacrónicos y de economía del pasado. Como si la especulación fuera una fuente de riqueza. Ahora que todo se hunde deberían de pedir disculpas y dimitir.