Los molinos de viento del
Campo de
Cartagena son un conjunto de construcciones vernáculas diseminadas por la comarca del Campo de Cartagena (Región de
Murcia) e ideadas principalmente para moler utilizando la energía proporcionada por la fuerza del viento. Están presentes en todos los municipios que ocupan esta llanura: Cartagena,
Fuente Álamo,
La Unión, Los Alcázares, Mazarrón,
San Javier, San Pedro del Pinatar,
Torre-Pacheco y aún en algunas pedanías de Murcia situadas al sur de la
Sierra de Carrascoy, como Sucina.
Tipología
La mayor parte de estas edificaciones fueron levantadas entre los siglos XVIII y XIX, y pese a algunas excepciones el conjunto se encuentra amenazado de
ruina debido a haber quedado en desuso. Su característica principal es el empleo de la vela latina en lugar de aspas, y se distinguen cuatro tipos:
Molinos harineros: dedicados a la molienda de harina.
Salineros: molienda de la sal.
Aceiteros: producción de aceite.
Para la extracción de
agua.
Protección y restauración
Después de un prolongado periodo de deterioro, el conjunto de los molinos de viento recibió el 4 de diciembre de 1986 la protección jurídica otorgada por la declaración como Bien de Interés Cultural de
España. A esta declaración le siguió el 26 de junio de 1998 la inclusión en la categoría cultural de la Lista Indicativa de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, dentro de otro conjunto denominado «Molinos de vela del Mediterráneo».
El 16 de septiembre de 2014, los molinos de viento del Campo de Cartagena fueron incluidos en la Lista roja de patrimonio en peligro de la asociación Hispania Nostra.
Intervenciones
Como respuesta al abandono de los molinos de viento, las administraciones han acometido la restauración de algunos de los ejemplares del conjunto:
En Cartagena ha sido el caso del
molino viejo de Zabala –en 1999 y 2019–, el de La Puebla, el de
La Palma, el de
Pozo Estrecho, y el de
Alumbres.
En Torre-Pacheco han sido restaurados el molino del Pasico –en 1991–, el de Hortichuela, y el del Tío Pacorro –en 1997–.