Ya desde su origen esta
calle se transforma en el eje vertebrador de la ciudad, puesto que actúa como la
puerta de entrada desde el
mar al recinto
amurallado, actual
casco antiguo de
Cartagena. Todo aquel que quisiera acceder a la ciudad desde el
puerto o viceversa debía atravesar la Calle Mayor, transformándose ésta en lugar de paso obligado para ciudadanos y visitantes de cualquier origen, condición u oficio