Este motivo la convierte en un sitio muy apreciado por el
comercio para situar sus establecimientos, por la burguesía para establecer sus residencias, por el estamento
militar para ubicar sus oficinas, por las diversas sociedades recreativas burguesas para fijar sus sedes, y por los vendedores ambulantes para encontrar una buena clientela. De este modo, podemos afirmar que la
Calle Mayor era el centro de la vida cívica y comercial de
Cartagena.