Para empezar, visitar
Cartagena es un viaje en el tiempo a una antiquísima y esplendorosa ciudad. Es sumergirse en sus 3.000 años de
historia entre los vestigios de las diferentes culturas que aquí habitaron. Una fusión cultural todavía latente en sus entrañas: en las
piedras de la
muralla púnica, en las gradas del
teatro romano o en la
torre homenaje del
castillo medieval. El periplo por Cartagena seduce desde el primer momento. Cuando alzas la vistas al extraordinario
puerto, uno de los más antiguos de la Península y
puerta de entrada de todas las culturas. O cuando contemplas las cinco colinas que descuellan sobre la ciudad, como una pequeña Roma.