Se conservan restos del antiguo
convento de los predicadores de
Santo Domingo fundado en 1580, siendo su primer párroco fray Bartolomé de Torquemada. El convento fue clausurado según el Real Decreto del 25 de julio de 1835 por el que fueron suprimidos los
conventos. Posteriormente se vendió parte del convento a particulares, quedando sola la
iglesia, denominada en 1875, Iglesia Castrense de
San Fernando, que posteriormente se cambió al de Santo Domingo, que perdura hasta la actualidad.