Pasó a manos cristianas, definitivamente, en el año 1245, cuando fue conquistada por el rey castellano Fernando III el
Santo. Hoy día,
Cartagena sigue siendo una población importante, con un
puerto de primer orden y unas hermosas costas. La localidad murciana se ha remozado y se ha puesto guapa. Para entrar en ambiente, el viajero podrá comenzar su recorrido por la
calle Mayor, con sus magníficos
edificios modernistas (
Casa Cervantes, de 1900; Gran
Hotel, de 1916…) que dan lustre a la ciudad burguesa que fue, de altos funcionarios de Marina y de técnicos y personal de las
minas de
la Unión.