Este templo, que fugazmente ostentó la dignidad de
Catedral de
Cartagena, a pesar de lo tardío de las fechas se erigió en estilo tardorrománico. El caso es que terminando el siglo XIX se decidió reconstruir en estilo neorrománico, siguiendo las corrientes historicistas y neomedievalistas de la época. El arquitecto fue Víctor Beltrí. Pocas décadas después, los bombardeos que sufrió Cartagena durante la Guerra Civil española destruyeron buena parte de este
edificio, dejándolo en el amasijo de
ruinas que vemos actualmente.