CARTAGENA/
MURCIA. Pocas rivalidades están más arraigadas en la
historia que las de Murcia y Cartagena. Según algunos documentos, en torno al año 1.254 ya existía una rivalidad entre ambas poblaciones, siempre en disputa por el dominio territorial de una región, que terminó, con estatuto de autonomía de 1982, erigiendo a Murcia como la capital de la Región. Desde entonces, la rivalidad entre Murcia y Cartagena se ha mantenido con más o menos fuerza. “Ha habido momentos en los que el centralismo en la Región ha sido muy fuerte en Murcia. El traslado del obispo de Cartagena a Murcia siempre ha generado una disputa. Después, en mi opinión, esta rivalidad ha sido fomentada por algún partido político de Cartagena”, señala Ricardo
Montes, presidente de los Cronistas Oficiales de la Región de Murcia. “Existe la sensación de que no hay un reparto justo de la riqueza de la Región”, afirma por su parte Juan Ignacio Ferrández, cronista oficial de Cartagena.