“Esa rivalidad es común cuando dos ciudades se disputan un territorio. Ahora esa rivalidad ya no existe porque la posición de dominio de
Murcia respecto a
Cartagena es muy grande”, señala Luis Miguel Pérez Adán, cronista también de la ciudad trimilenaria. Los cronistas coinciden en señalar que un problema de base fue la imperfección del estatuto de autonomía creado en los primeros años de la democracia en
España tras la dictadura del general Franco. “Los políticos actuaron muy mal. Se podía haber creado una Región más grande. Nos quedamos con una comunidad mucho más pequeña. Con la anexión, en su momento, de
Albacete, Cartagena podría ser una provincia, se tendrían unas diputaciones, más dinero y más peso en el conjunto de España”, señala
Montes.