Según los estudios de Javier Pérez Rojas (Cartagena 1874-1936, Editora Regional, Murcia, 1986), el centro histórico de Cartagena resultó gravemente destruido por el bombardeo de tropas centralistas durante la revolución cantonal de 1873. Comienza después de esta fecha la tarea de reconstrucción de la ciudad. Coincide este final del s. XIX con un extraordinario auge en la explotación de las minas de La Unión y con la formación, como consecuencia de esta actividad, de una potente burguesía acaudalada y deseosa de mostrar su pujanza y poder económico a través de la arquitectura.