El
teatro romano de
Cartagena es un teatro construido entre los años 5 y 1 a. C. en la ciudad de Carthago Nova, actual Cartagena. Tenía capacidad para unos 7000 espectadores, y estuvo en uso hasta el siglo III, a partir del cual se superpusieron varias edificaciones. En 1988 fue descubierto por el arqueólogo de la Universidad de
Murcia Sebastián Ramallo Asensio y las excavaciones dirigidas por él lograron exhumarlo para poder ser visitado en el marco del
Museo del Teatro Romano. El 21 de enero de 1999 fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de
monumento