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EL HORNICO

Habitantes: 42  Altitud: 1.259 m.  Gentilicio: Horniqueños 
Hoy amanece en EL HORNICO a las 09:24 y anochece a las 18:58
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Situación:

SITUACIÓN:
Situada al noroeste de Murcia, en la montaña junto a Caravaca de la Cruz, ubicado a los pies de la ladera de varios cerros como son el Cerro Pelado de 1.259 m de altitud, el Cerro Mojón de 1.482 m de altura y el Cerro de Casarta de 1.346 m. Al noroeste queda la Sierra de Revolcadores y al sur el Cerro del Moral. En definitiva El Hornico está rodeada de un paisaje montañoso con relieves de media montaña en el entorno de Revolcadores.

Los veranos son especialmente duros debido a la insolación por la altitud, resto del año temperaturas agradables.

Ayuntamiento:

HITORIA Y PATRIMONIO:
El caserío del Hornico, en Caravaca, es uno de esos pueblos con un trazado de estrechas y sinuosas calles donde las viejas casas del XVIII y XIX con corral y granero o cámara en su parte alta, van apareciendo conforme nos adentramos en la población.

Si bien El Hornico es hoy día una pedanía independiente, durante muchos años estuvo adscrita a su vecina de El Moral.

Algunos documentos nombran a esta población ya en el siglo XVI, pero con el nombre de Forno de Arana, no sabemos si por la existencia de un horno que diera servicio a su población o por las características de su entorno de tierras de secano.

Aunque pudiera haber estado ya habitado durante la época medieval musulmana, es difícil delimitar su cronología como poblamiento primigenio, en todo caso su pertenencia administrativa a Caravaca lo vincula netamente a su historia.

Tras la ocupación musulmana de los territorios de Caravaca, el Reino de Murcia firmó con el monarca Fernando III el Tratado de Alcaraz de 1243. A los musulmanes habitantes de Caravaca de la Cruz les fueron reconocidas propiedades, leyes, costumbres y religión, a cambio del pago de parte de las rentas y de la rendición de la fortaleza. El Castillo de Caravaca de la Cruz le fue entregado al aragonés Berenguer de Entenza como recompensa por la ayuda prestada al monarca castellano.

Aunque en un principio sería la Orden del Temple la encargada de administrar el pueblo caravaqueño, su desaparición en el siglo XIV haría que Caravaca fuera otorgada a la Orden de Santiago.

A partir del siglo XVI, tras la reconquista de Granada, Caravaca de la Cruz comenzó a crecer demográficamente, de una manera, además, significativa. Tierras como esta de El Hornico se dedicaron a los cultivos de cereal, viña y pasto para el ganado, aprovechando las nuevas roturaciones. No es de extrañar pues que el topónimo de Forno de Arana aparezca ya en estos momentos.

El siglo XVIII es otro de los momentos de esplendor de Caravaca, lo que se traduce, entre otras cosas, en todas las construcciones del núcleo de población principal del municipio. Sin duda la Vera Cruz de Caravaca fue siempre uno de los elementos más atrayentes para que en la pequeña ciudad se establecieran continuamente nuevos vecinos y varias órdenes religiosas.

Como hemos señalado las construcciones más antiguas de El Hornico pertenecen a los clásicos caseríos decimonónicos, si bien el origen de algunas de estas casonas habría que situarlo en el XVII o XVIII, aunque su estructura está claramente reformada a través de los años. La ermita de Los Dolores fue construida en 1959.

Monumentos:

NATURALEZA:
Aparte de los campos de cereal y los almendros la vegetación que predomina en el entorno de El Hornico se corresponde con la de monte bajo con especies como el esparto, romero, espliego o tomillo y, en los cerros, zonas arboladas, aunque no muy frondosas, en las que dominan los pinares de pino carrasco.

La fauna que habita estos contornos, además de la cabaña ovina, tiene como representantes más destacados las aves rapaces como águilas reales o halcones peregrinos y otras especies como conejos, jabalís y cabras.

Fiestas:

FIESTAS:
Los vecinos de El Hornico ven su población aumentar en época estival, momento en el que antiguos y nuevos vecinos acuden a sus residencias de veraneo. Es en el mes de agosto cuando el pueblo celebra sus fiestas, dedicadas a su patrona, la Virgen de los Dolores.

Durante un fin de semana los vecinos disfrutan de alguna actuación musical y una cena comunitaria al aire libre. Las fiestas acaban con la procesión con la imagen de la patrona por las calles del pueblo.

Costumbres:

CONSTUMBRES:
La situación geográfica de esta pedanía, su cercanía a la sierra, sus cultivos de secano y su ganadería han dado lugar a una gastronomía rica y con platos tan tradicionales como la tartera caravaqueña de cordero, la torta de garbanzos o las migas ruleras o de pastor.

La cocina, por supuesto, es mucho más variada. Son populares los potajes y guisos en los que las legumbres, algunas verduras y, en ocasiones, la carne de cerdo o cordero, se unen dando lugar a comidas sabrosas y de gran poder calorífico, platos con los que antiguamente se hacía frente a las largas jornadas de trabajo en el campo. Así han quedado el empedrado, la olla de cerdo o los guisos de cordero. Hablando de cordero no podemos dejar de nombrar la raza autóctona de la Región de Murcia del Cordero Segureño, con el que se preparan exquisitos asados. Los andrajos, confeccionados con carne de conejo, o los populares arroces también son representativos de esta cocina.

Historia:

LEYENDA:
Cuenta la leyenda que, achicharrados por el calor, un verano de los años 20, los habitantes del lugar se reunieron en la plaza del ayuntamiento para organizar un concurso gastronomico, y así, hacer más llevadero el calor. Dice la historia que con el calor el vino volvió a fermentar, y los huevos se hicieron solos, dando la victoria del concurso al Pueblo en sí, que pasó a llamarse cariñosamente Hornico.

Turismo:

DEDICACIÓN:
Esta es una de las pedanías menos pobladas de Caravaca donde la emigración de sus habitantes hacia otros puntos del municipio y fuera de él ha sido más intensa, el bajo rendimiento de las labores agrícolas, la mecanización del campo y las características geográficas del lugar, que dificulta precisamente esta mecanización, fueron factores que contribuyeron a despoblar esta pedanía.

Las gentes de El Hornico han tenido en el pastoreo y la agricultura los pilares de su economía, tradicionalmente sus tierras eran dedicadas al cultivo de cereal, principalmente cebada, y otros cultivos de secano como el almendro. En la actualidad quedan algunas parcelas dedicadas a estos cultivos pero realmente sólo los pastores habitan durante todo el año en El Hornico y mantienen una actividad a lo largo del mismo.

El pastoreo en esta zona es tradicional, es una actividad de gran importancia en toda la comarca del Noroeste de la Región de Murcia. En la actualidad parte de la cabaña ovina es de Cordero Segureño, una raza autóctona de la Sierra del Segura que es bastante rústica, bien adaptada a zonas abruptas y pobres en alimento.

Estos corderos tienen un crecimiento rápido debido al consumo íntegro de la leche producida por sus madres que está dedicadas exclusivamente a amamantar a sus crías.