HITORIA Y PATRIMONIO:
El
caserío del Hornico, en Caravaca, es uno de esos
pueblos con un trazado de estrechas y sinuosas
calles donde las viejas
casas del XVIII y XIX con
corral y
granero o cámara en su parte alta, van apareciendo conforme nos adentramos en la población.
Si bien
El Hornico es hoy día una pedanía independiente, durante muchos años estuvo adscrita a su vecina de
El Moral.
Algunos documentos nombran a esta población ya en el siglo XVI, pero con el nombre de Forno de Arana, no sabemos si por la existencia de un
horno que diera servicio a su población o por las características de su entorno de tierras de secano.
Aunque pudiera haber estado ya habitado durante la época
medieval musulmana, es difícil delimitar su cronología como poblamiento primigenio, en todo caso su pertenencia administrativa a Caravaca lo vincula netamente a su
historia.
Tras la ocupación musulmana de los territorios de Caravaca, el Reino de
Murcia firmó con el monarca Fernando III el Tratado de Alcaraz de 1243. A los musulmanes habitantes de Caravaca de la
Cruz les fueron reconocidas propiedades, leyes,
costumbres y religión, a cambio del pago de parte de las rentas y de la rendición de la fortaleza. El
Castillo de Caravaca de la Cruz le fue entregado al aragonés Berenguer de Entenza como recompensa por la ayuda prestada al monarca castellano.
Aunque en un principio sería la Orden del Temple la encargada de administrar el
pueblo caravaqueño, su desaparición en el siglo XIV haría que Caravaca fuera otorgada a la Orden de Santiago.
A partir del siglo XVI, tras la reconquista de
Granada, Caravaca de la Cruz comenzó a crecer demográficamente, de una manera, además, significativa. Tierras como esta de El Hornico se dedicaron a los cultivos de cereal, viña y pasto para el
ganado, aprovechando las nuevas roturaciones. No es de extrañar pues que el topónimo de Forno de Arana aparezca ya en estos momentos.
El siglo XVIII es otro de los momentos de esplendor de Caravaca, lo que se traduce, entre otras cosas, en todas las construcciones del núcleo de población principal del municipio. Sin duda la Vera Cruz de Caravaca fue siempre uno de los elementos más atrayentes para que en la pequeña ciudad se establecieran continuamente nuevos vecinos y varias órdenes religiosas.
Como hemos señalado las construcciones más antiguas de El Hornico pertenecen a los clásicos
caseríos decimonónicos, si bien el origen de algunas de estas casonas habría que situarlo en el XVII o XVIII, aunque su estructura está claramente reformada a través de los años. La
ermita de Los Dolores fue construida en 1959.