Nos hallamos ante el
barrio mas
joven de
Murcia. Antiguo
caserio, solar del marquesado de
Espinardo, fue absorbido por la ciudad de Murcia en 1960. No obstante conserva entre sus
calles una
historia que se remonta a la Edad Media e, incluso, tal vez, mas atrás.
Espinardo ha ocupado una importantisima posicion con respecto a Murcia durante toda la historia al quedar ubicada en la encrucijada de dos
vias: por un lado, la
via que comunicaba a aquella con el centro de
España a traves de Molina de Segura, antes Molin Seca; e, igualmente, la que comunicaba Orihuela y Levante con Baza y Andaluacia Oriental, denominada Senda de
Granada. En efecto, ya desde epoca
romana, la via que comunicaba
Toledo con Cartago Nova trascurria por el
valle de Murcia sin que sepamos a ciencia cierta su recorrido original, pero la existencia de restos arqueologicos en Alcantarilla,
Monteagudo y las
Torres de Cotillas nos induce a pensar que Espinardo podian haber tenido una singular importancia como etapa en aquel recorrido.
Durante la Edad Media, Espinardo, como caserio o poblado vecino a Murcia y situado a escasa distancia de Molina quedo, precisamente, a merced de las noticias geograficas e historicas que cada una de aquellas dos localidades generaban. Seria, a partir de la Edad Media, en el siglo XIII cuando el sistema feudal singularizase cada una de las más importantes localidades de la región de Murcia cuando Espinardo comenzara a alcanzar significación. Así, durante el siglo XIX, el historiador A. Merino Álvarez y en la actualidad F. Alegria Ruiz nos hablan de un señorío constituido en Espinardo que, desde finales del siglo XV, iniciará un progresivo crecimiento poblacional y económico apoyado en el aumento de tierras cultivables, ganadas a los
campos de secano gracias a la canalización de las
aguas del
rio Segura mediante las acequias de Alfatego,
Churra la Vieja y Churra la Nueva.
En general, tras la Edad Media, la zona -el ramillete de aldeas y
caseríos que constituía todo el norte de Murcia-experimentó un acelerado crecimiento a raiz de la pacificación de la península con la conquista del sultanato de Granada. Así, en el siglo XVI, la vecina aldea del
Cabezo de Torres construyó una hermita dedicada a
San Cristóbal. El siglo XVII fue época de numerosos cambios pues en el año 1618 se concedió a Espinardo el título de villa; luego pasó a ser señorío solariego cuando D. Juan Fajardo de Guevara compró su jurisdicción durante esos años; adquisición que se vio completada en el año 1626 cuando el rey Felipe IV le concedió el título de Marqués de Espinardo, con el vizcondado previo de Monteagudo. Esta étapa de adscripción señorial supuso para Espinardo u estancamiento en su forma de vida y en su modo de producción que siguió basandose en una
tradición agricola sin solución de continuidad. Úniocamente la Guerra de Sucesión atrajo actividad humana al lugar en forma de invasión británica y holandesa, que duró pocos días.
En el siglo XIX, con la llegada del Trienio Liberal (entre 1820 y 1823), Espinardo se constituyó en
Ayuntamiento, del que formaron parte El Puntal y Churra de Espinardo. Nuevamente alcanzó la independencia municipal el 15 de octubre de 1836, formando un municipio mas amplio a costa de Churra,
Guadalupe, Cabezo de Torres y El Puntal, manteniendose esta situación hasta 1856. A partir de este momento pasó a ser nuevamente una diputación o pedanía de Murcia. Durante este siglo y el XX, la zona, y mas cocretamente Espinardo, por el hecho de ser vía de comunicación entre Murcia y Molina comenzó a desarrollar algunas industrias de manufactura y almacenaje de productos agrícolas, tradición económica que fue acrecentándose conforme la vía en dirección a Molina adquiría mayor importancia.
La incorporación de Espinardo a Murcia es consecuencia de un hecho característico e irreversible que se produce en las grandes ciudades, y que no es otro sino el paulatino crecimiento de la urbe, lo que conlleva que determinados núcleos de población cercanos a ella sean absorbidos por aquella, siendo competencia de los organismos locales la reforma y nueva configuración de la realidad urbana, conforme a la normativa que regula las diferentes entidades de población que se distinguen dentro de los términos municipales. En este caso fue el Pleno del Ayuntamiento de Murcia, presidido por el Alcalde D. Antonio Gómez Jiménez de Cisneros, el que, en sesión celebrada el 23 de noviembre de 1960, adoptó el acuerdo de, en aplicación de la normativa vigente, actualizar juridica y administrativamente el crecimiento urbano producido en la ciudad de Murcia, que habia llevado a ciertos núcleos de población, pertenecientes hasta ese momento a las pedanías de
La Albatalía, Santiago y Zaraiche,
Puente Tocinos, San Benito, Aljucer y Espinardo a integrarse de hecho dentro del casco urbano.
En el año 1976 el Ministerio de Educación y Ciencia decidió construir el Campus de la Universidad de Murcia entre las demarcaciones de Espinardo y de la pedanía de El Puntal, siéndole asignado al citado Campus el nombre de la desaparecida pedanía de Espinardo.
En la actualidad, el singular crecimiento de la ciudad de Murcia hacia el Norte se a visto favorecido por la citada incorporación de Espinardo a la trama administrativa de Murcia. Hoy dia, modernas construcciones alternan con los vestigios más tradicionales de este barrio que se remonta a época romana.