Nací en Fenazar. Salí de allí. Nunca he renegado de mi origen. Vivo lejos, muy lejos. Pero es un bonito lugar al que regreso de vez en cuando, de tarde en tarde. Todavía me queda familia por allí. ¡Viva Fenazar! No es metáis tanto con el cura, que es buena gente, a pesar de todo y de que no le importaría ser él quien me hubiera echado de la Iglesia. Pero me fuí solito.