Después de casi 80 años vuelve a
Guadalupe la
Virgen de la Soledad, el 10 de octubre de 2015; lo será con la bendición y entronización parroquial de una nueva y artística talla de la advocación mariana, obra del
escultor guadalupano Antonio
Castaño Liza.
La imagen ha sido donada por el autor y su tío, el insigne escultor local Francisco Liza Alarcón