Hola a todos mis entusiasmados
amigos! Me agrada saber que lleváis a
Cieza en vuestros corazones. Veo que os estimula y conmueve pensar en sus adorables
calles y en sus buenas gentes. Me pregunto si seréis grandes viajeros. Si es así, no me queda otra que felicitaros por vuestra desarrollada sensibilidad. Sin más, os invito a seguir viajando. Aunque ello solo servirá para ratificar vuestra profunda y desinteresada estima hacia la perla del segura. Gracias.