El
río Quípar nace en los faldones de la
sierra de la Zarza, recibe los aportes de arroyos y barrancos, riega
huertos familiares y las sementeras de las pedanías de
Almudema, Pinilla y Prados, y a la altura de
La Encarnación abre una profunda garganta conocida por el Estrecho de las
Cuevas, paraje de una singular belleza habitado desde la cultura del Argar (1700 antes de
Cristo).
Dominando un histórico desfiladero, se levanta actualmente una
ermita del S XVI la ermita de la encarnacion, construido sobre un templo
romano anterior y este sobre otro anterior ambos templos son de orden jónico. El primero mas pequeño sólo conserva los cimientos del habitáculo interior, realizado con grandes sillares, y restos de un pavimento de mortero vertido en su parte anterior, de la que aún se aprecian sus dimensiones por estar recortada en la
roca. Por lo que se refiere al templo sobre cuyos muros se cimentó la ermita, existen tres fases constructivas que engrandecieron la obra. La primera fase en la primera mitad del siglo II antes de cristo, y las siguientes fases en el SI antes de cristo, con una superficie de 27X17m construcción está considerada el
santuario tardo republicano más importante y mejor documentado del occidente mediterráneo: desde 1980 tiene la condición de
monumento histórico
artístico nacional.