Gracias a la capacidad de los monjes y el impulso de la Corona, a esta orden se le debe gran
parte de la grandeza cultural, científica, artística y arquitectónica de 6 siglos dentro de
la
Historia de
España.
En
Murcia, los Jerónimos, fundaron dos cenobios: el
Monasterio de
San Jerónimo de
La Ñora
(
noria) y el Monasterio de San Jerónimo de Caravaca de la
Cruz.
El fundador de Los Jerónimos de La Ñora fue, aunque después de muerto, por una disposición
testamentaria don Alonso de Vozmediano y Arróniz, Regidor de Murcia y Señor de La Ñora Alta
y Baja. En 1579 se establecen los monjes en unas
casas junto a la
iglesia de San Pedro.
Estas casas se encontraban lindando con la famosa rueda o noria. Fueron los conocimientos de
los monjes los que hicieron que aquel artilugio islámico, presentara los mejores
rendimientos posibles.
En 1625 se inician las obras de un nuevo monasterio que hay que abandonar, debido a los
perjuicios que las riadas del vecino Segura, propiciaban en la zona. Así que trasladaron las
obras a un cabezo cercano y en 1714 se empieza a levantar el actual monasterio, según
proyecto de fray Antonio de San José. Este proyecto era mucho más ambicioso de lo que se
construyó y de lo que podemos ver hoy día.
La iglesia y el
claustro principal se construyeron entre 1716 y 1725. De la iglesia destacan
la originalidad de las
torres que se levantan separadas de la
fachada. Bajo el crucero, en
el lado del evangelio, se encuentra el enterramiento de su fundador don Alonso de Vozmediano
y Arróniz.
Las obras concluyeron en 1736 y el espléndido monasterio, fue comparado con el de San
Lorenzo del Escorial en
Madrid.
Muchos avatares ha tenido que sufrir el monasterio a lo largo de su vida. Fue saqueado
varias veces en 1810 por las tropas francesas, durante la Guerra de la Independencia.
Desamortizado y expoliado en 1836, viéndose convertido en
hospital, manicomio, cuartel y su
iglesia en establo.
El Obispo de la Diócesis Don Mariano Alguacil, consiguió que el Estado entregara el
Monasterio a los Jesuitas, ya que no había monjes Jerónimos en ningún lugar para su
recuperación.
La Guerra Civil de 1936, lo torna de nuevo en hospital. Tras la guerra, los Jesuitas vuelven
al monasterio y permanecen en él hasta 1985, en que lo ocupan las Religiosas de
Cristo Rey.