Portmán seguiría sirviendo entonces como
puerto minero. Sin embargo, pronto las desavenencias entre los pobladores de los principales
caseríos (Garbanzal y
Herrerías) condujeron al cambio de nombre del
joven municipio, que pasaría a llamarse "
La Unión" a partir de 1868, cuando Juan Prim, en su
camino proclamando la revolución La Gloriosa de
Cádiz a
Cataluña decidió fusionar las poblaciones. En 1894, la villa recibiría el título de ciudad. Una considerable inmigración de andaluces almerienses, jienenses y granadinos, venidos a trabajar en las
minas de la localidad, contribuyó al especial carácter etno-cultural de la ciudad, ciertamente afín al de la
Andalucía oriental (en especial, en lo relativo al cante de las minas - cante jondo).