Es un pueblo, pueblo, todavía. Con muy pocos habitantes, donde todos se conocen desde que nacen hasta que se mueren. Parece mentira, con lo bien comunicado que está, en medio de la autovía y a dos pasos de todos sitios. A lo mejor hay que darles las gracias a las diversas corporaciones municipales, que lo han hecho tan mal que no han facilitado las cosas nada para que crezca. Yo quiero que siga asi, quiero vivir en este pueblo.