El ocaso en
primavera y
verano es siempre, aún en días lluviosos, una admiración. Da igual que se contemple desde la orilla del
mar, desde lo alto de una
montaña, desde cualquier paraje. Siempre es una belleza. Este concretamente está tomado desde el Paraje de
Casa Ros,
Molina de Segura,
Murcia.