Soy de Molina y, sinceramente, creo que vivimos en el pueblo más feo de Murcia. Sí, sí, he dicho PUEBLO, porque además eso es lo que parece y para mí lo es en realmente nuestra mal llamada ciudad. Respeto a todos aquellos a los que se les llena la boca cada vez que nombran Molina o hablan sobre ella, por lo que confío en que esta crítica también sea acogida con toda normalidad. Odio Molina y espero irme de aquí cuanto antes.