¡Qué fácil resulta hablar mal de la Iglesia!
Pero cuando tenemos un problema grave, vamos corriendo a ponerle velas a Jesucristo. Cuando muere un familiar (padre, madre, hermano, etc) lo primero que hacemos es decirle al de la funeraria que avise al cura para que doblen y que concierte la hora del entierro (religioso, claro). Cuando tenemos un hijo, nos falta tiempo para ver la fecha en que lo bautizamos. Cuando tiene la edad de comulgar, compramos el traje más caro, organizamos el banquete más opíparo y nos colocamos en el primer banco del templo para ver al niño o a la niña comulgar.
Resulta fácil decir que en la Iglesia hay una abrumadora mayoría de homosexuales, o algo así. ¿Cómo se demuestra eso? ¿Quién lo puede demostrar con hechos, no con palabras?
Pero cuando tenemos un problema grave, vamos corriendo a ponerle velas a Jesucristo. Cuando muere un familiar (padre, madre, hermano, etc) lo primero que hacemos es decirle al de la funeraria que avise al cura para que doblen y que concierte la hora del entierro (religioso, claro). Cuando tenemos un hijo, nos falta tiempo para ver la fecha en que lo bautizamos. Cuando tiene la edad de comulgar, compramos el traje más caro, organizamos el banquete más opíparo y nos colocamos en el primer banco del templo para ver al niño o a la niña comulgar.
Resulta fácil decir que en la Iglesia hay una abrumadora mayoría de homosexuales, o algo así. ¿Cómo se demuestra eso? ¿Quién lo puede demostrar con hechos, no con palabras?