MORATALLA: Cincuenta reses no valen cincuenta millones de pesetas....

Cincuenta reses no valen cincuenta millones de pesetas.
Pero el dinero delas fiestas no sólo se gasta en ganado.
Hay que pagar a los boqueteros, a los que ponen y quitan el vallado, las ambulancias, el equipo de cirujanos, los permisos gubernativos, la banda de música (que se lleva un pastón), la charanga de la fiesta, las carrozas del día 11, la pólvora, los cohetes y tracas (incluida las que tiran los Bárbaros, porque ellos no pagan esas trascas, las paga la Mayordomía y ellos se limitan a darles fuego), hay que pagar los trajes de las damas (hacerlos y la tela), la tela de los trajes de las damas infantiles, la comida de las vacas, las banderas de la calle, las pocas o muchas actuaciones (pensemos que la recaudación no cubre el gasto que suponen), los premios del concurso literario, el pequeño regalo al pregonero de las fiestas, la invitación la noche del pregón a los premiados en el certamen literario y al propio pregonero; el alquiler de la carretilla que se emplea para encerrar las vacas, hay que pagarle, aunque sea poco, al torero que se encarga de firmar la fiesta. Cuando los mayordomos realizan un viaje para gestionar algo de las fiestas, es normal que los gastos salgan del dinero recaudado, se tiene que pagar un dinero elevado a la Sociedad General de Autores cada vez que un conjunto toca en cualquier acto o cuando hay un concierto, las personas que realizan la limpieza de la calle también deben cobrar (aquí no vale decir que son empleados del Ayuntamiento porque hacen esa labor fuera de su jornada laboral), los gastos del local de la Mayordomía durante los siete días de fiesta, etc.
Si te das cuenta, no todo son vacas. Nuestra fiesta lleva consigo un montón de gastos.
Lógicamente, el Ayuntamiento no entrega su aportación a la Mayordomía, sino que va pagando facturas de cosas que los mayordomos han contratado; por eso debe controlar el dinero que aporta a las fiestas y no dejar que se gaste más de lo que en los presupuestos municipales se consigna, pensemos que es dinero público, que es dinero de todos nosotros.
Lo que la Mayordomía recauda es otra cosa, eso lo gasta sin que haya un control estricto sobre él.
Espero que esto te haya ilustrado un poco sobre las cuentas de la fiesta del Stmo. Cristo del Rayo. Lo he hecho sólo con la intención de que veas lo complicado que es organizarlas, yo lo sé porque tuve la enorme satisfacción de organizar unas y de trabajar por y para mi pueblo.
Lo que tenemos que hacer ahora es ayudar a la Mayordomía 2006. Pensemos que cuanto mejores sean unas fiestas, más nos divertiremos todos.