Tras una campaña interna en la que las propias familias socialistas se han hartado de darse puñaladas, Parece ser que ahora todos somos participes del triunfo y así podemos ver a viejas glorias y otros productos satélites, aconsejando a los nuevos valores. Esperemos que estos últimos sean lo suficientemente independientes como para no dejarse guiar por quienes llevaron al socialismo de nuestro pueblo a un lugar en el que nunca mereció estar.EL ANALISTA ACCIDENTAL.