No podemos cambiar la historia. Aunque cada uno habla según le fue a su familia, lo cierto y verdad es que hay una clase social que ha llevado las de perder desde que tenemos conocimiento de lo que ocurría. Dictadura de ninguna clase y ninguna (ni de derechas ni de izquierdas) tiene justificación. La iglesia: todos sabemos que los nobles tenían dos caminos, seguir siendo terratenientes o sacerdotes. En épocas de mucha menos preparación cultural global y social, y donde la iglesia tenía muchísimo más poder se entendían la desamortizaciones, se comprendía que eran necesarias pues era muy peligroso que la iglesia acumulara tanto poder. Y cómo lo conseguía? Quemando gente pudiente que no entraba en su juego por brujos. Ahora hay dos tipos de gente en la iglesia: gente humilde que renuncia a vivir por intentar que los desfavorecidos vivan un poco mejor (gente que poco pinta en la iglesia y su directiva y que no entiende a la iglesia sino más allá de su fe) y gente ambiciosa que llega a los primeros mandos impulsados por los dineros y los contactos. Quizá para superar los bandos y las guerras debemos hablar de ellas pero hay una cosa común: son visiones, aunque creamos que poseemos la verdad absoluta y estemos convencidos de ello, no la tenemos nadie y solo nos queda respetarnos e intentar vivir lo mejor posible con nosotros mismos y con los demás. Hagamos el bien sin mirar a quién y mucho menos en qué bando está (para eso no hace falta ir a la iglesia pero para quien la ayude hacerlo, estupendo)pero analicemos nuestro comportamiento y no nos colgemos el cartel de buenos y hagamos otras cosas en uno y otro lado. Y repito la historia no la imponen en la Logse ni la Loe. La historia es la que es en cualquier sistema educativo y la enseñanza de la religión, estupenda fuera de la escuela pública de un estado laico. Por qué religión si luego a las misas no va ni dios.