El
castillo sigue igual, abandonado. La basura se acumula más y más. Las pintadas siguen y siguen, hasta convertir el aljibe y la sala principal de la
torre junto con la
terraza en un
mosaico de pinturas. Pero los gobernantes no parece que se enteren. El castillo necesita protección, pero los gobernantes pasan de él.
La imagen de gamberrismo y tercer mundista que está dando nuestro
pueblo a los visitantes es vergonzante. Pero no se les revuelve el estomago, pasan.
¿Es que no son muleños los
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