La creencia popular afirma que las sierras aledañas a la ciudad son de origen volcánico. Esto se debe a la extraña forma del montículo sobre el que se asientan las
ruinas del
castillo de la
Puebla de Mula, antiguo arrabal de la ciudad. Sin embargo este montículo está formado por los mismos materiales sedimentarios que el resto de la
cuenca del
río Mula, se trata de un paquete de margo-calizas coronado por un estrato de calizas.
Este tipo de
montes son conocidos por su forma, como muelas, y de ahí el nombre de la localidad, que evolucionó del latín mola al actual Mula.