La
arquitectura del
castillo es renacentista es de carácter defensivo y de formas simples, situado sobre un peñasco de
roca. De las dos entradas, a una de ellas se accede mediante la parte alta de la
muralla y
torreones del antiguo alcázar musulmán además de un
puente levadizo. Contiene cuatro elementos diferenciadores: una
torre del
homenaje, una nave central con
bóveda de cañón, un adosado a la nave y aljibe.
Castillo de los Vélez.
las obras se realizaron en cuatro fases: la primera es muy tosca, la segunda y tercera fase se termina con la torre del homenaje y aljibe, y la fase final acaba con la bóveda de cañón,
escalera del sótano, mazmorras y aljibe.
El acceso a la torre del homenaje se hace mediante una
pasarela levadiza, que actualmente ha sido sustituida por un puente fijo. Así en caso de conflicto y toma del castillo por el enemigo, la guarnición podría resistir en el interior de la torre estando provista del
agua, ya que posee un sistema de recogida de
aguas que cae en el
patio y se dirigen al aljibe junto a la torre. Ante la construcción del castillo, el Marqués se encontró con dos problemas fundamentales: la existencia de una fortaleza anterior y la segunda y más importante, la negativa dictada por los Reyes Católicos y Carlos I de construir nuevas fortalezas en
España con la excepción de las fortalezas cristianas. Según Nicolás Acero y Abad, el Marqués puso una lápida falsa, en la torre del homenaje, que le permitió su construcción:
"Marchio Petrus Fagiardus Primus hanc turrin erexit, marcentenque arcem olim ab Antinino Augusto Pio structam reaedificavit, inmperante Carolo Caesare IIIII. Hispaniarum Rege domino suo". En ningún momento Augusto Pío pasó por estas tierras ya que la fortaleza no era
romana sino musulmana.
La reconstrucción data del año 1524 según la inscripción de otra lápida. Según el historiador muleño Juan González
Castaño, el tracista fue Luis Fajardo, posible maestro de obras de la
casa de los Vélez.
La mayor aportación al estudio del Castillo de
Mula, lo hace Edwar Cooper donde hace una comparación con los
castillos de Vélez-Blanco y
Cuevas de Almanzora en
Almería, los tres pertenecientes al marqués.