PREGóN DE LAS FIESTAS DE LA PURíSIMA CONCEPCIóN
YECHAR, AGOSTO DE 2005.
Francisco Montoro Palazón
¡Yechanas y yechanos, visitantes, familiares y amigos, buenas noches a todos y bienvenidos a las Fiestas de la Purísima Concepción de este año 2005!
No se si merezco el honor de haber sido nombrado pregonero de nuestras fiestas, pero de lo que sí estoy seguro es, de que me siento muy agradecido de que os hayáis acordado de mí. Yo creo que el único mérito que puedo aportar es haber sido y seguir siendo un yechano orgulloso de su pueblo. Mi madre decía que yo había sido el primer bautizado en la pila bautismal de la Iglesia de la Purísima Concepción de Yéchar, y de ese privilegio, siempre me he sentido muy satisfecho. A pesar de que abandoné este pueblo siendo muy joven, allí donde he ido me he sentido yechano y siempre que he podido, he vuelto a Yéchar. A hablar con mis amigos, a visitar a mis familiares y también a pintarlo. Algunos de vosotros ya conocéis mi afición a la pintura y habéis podido comprobar que en muchos de mis cuadros he pintado Yéchar. Y es que me gusta mucho venir a Yéchar, porque cada vez que vengo me encuentro con un montón de amigos.
Yéchar... ¿Qué es Yéchar para mí? Cuando era pequeño, desde Belledite me parecía el centro del mundo, y es que en realidad es el centro de un territorio muy bien definido rodeado por las sierras del Cejo Cortao, de Ricote, Maraón, Muelas de Albudeite y Rambla Perea. Pero Yéchar es mucho más: es un orgullo, es una identidad, es un hogar y sobre todo, Yéchar son sus gentes, los yechanos y yechanas, nuestros padres, nuestra familia, nuestros amigos. Y también son sus costumbres, sus creencias y por supuesto, sus fiestas. Estas fiestas tan cálidas que celebramos en estos días.
Antiguamente, las fiestas eran muchos más frías. Y no porque no fueran divertidas, sino porque se celebraban en Diciembre, el día de la Purísima Concepción. Pasadas las fiestas, llegaba la Navidad, que era también muy celebrada en nuestro pueblo, con el baile, rondallas y aguilando de las ánimas y sobre todo, con la representación del auto de los Reyes Magos y de la Degollación, recuerdo al Rey Herodes (representado por el Tardio) que empuñando la espada con la cara y los ojos desencajados, y dando gritos decía, que iba a degollar a todos los niños de la tierra. Me entró un miedo que salí corriendo y creo que me pillaron en la cuesta Rufino.
Y es que Yéchar siempre ha sido lugar de festejos. Un joven que se llamaba Anastasio, conocido como “El Bolero”, que creo era de Fuente álamo, venía en bicicleta a dar clases de baile a los jóvenes de aquella época, actuamos en las Fiestas de Mula, yo formaba pareja con la Lola de Felipe y la verdad, que tuvimos bastante éxito. Cuando instalaron los altavoces en la torre de la Iglesia, cantábamos en la sacristía para todo el pueblo, yo por Antonio Molina y recuerdo que Conchita Lara cantaba, muy bien, la Campanera. Pero esta noche no boy a cantar ni bailar, boy a hablar un poco de las cosas que pasaban en Yéchar.
Yéchar siempre ha girado y sigue girando alrededor de la agricultura y la ganadería. Muchos de vosotros recordareis que la actividad más voluminosa de Yéchar era la paja. Me llamaba la atención como un carro se cargaba de paja hasta convertirlo en un pajar andante, en el que sólo se veía la paja y las mulas. Se decía, que los pajeros, entre otras cosas, llevaban una romana con dos pilones, uno más gordo y otro más pequeño, para comprar y para vender la paja. Para mí el pajero más representativo de Yéchar, fue “Perico ROSQUILLA” ¿como era posible, que aquel hombre tan pequeño y con desviación de columna, se cargara a cuestas una sabena de paja de 14 arrobas?
Todos sabemos la estrecha relación de la agricultura con el agua. No puedo dejar de hablar del agua de Yéchar: Pues bien para beber, teníamos el agua de la aljibe del pueblo y algunas veces la del charco, aguas muy apreciadas por todos. Para los animales y la limpieza de la casa, el agua de la acequia de la fuente y para lavar EL LAVADERO, que cumplía una doble función, como tal lavadero y como centro de comunicación y noticiero, allí, las noticias del pueblo eran difundidas, corregidas y aumentadas. Y para la higiene personal, una vez al año, siempre después de la trilla, para quitarnos el polvo de la era, teníamos muy cerca, los Baños de Mula, que por una peseta nos pasábamos todo el día metidos en agua caliente, hasta quedarnos arrugados. La higiene se extendía también al ganado, alguien recordará que el día de San Juan se lavaban las ovejas en los chorros de los Baños de Mula. Y hablando del agua, no puedo olvidarme de un personaje tan entrañable para Yéchar, como el FIEL, un yechano de verdad, dicen que ha habido otros antes, pero el que yo siempre he conocido, ha sido a Joaquín de Pacorro. Yo creo que este hombre merece un homenaje.
Después trajeron el agua del taibilla, con dos grifos para todo el pueblo.
Y ahora hay otras aguas, aguas que vienen de muy lejos, pero de esas aguas ya han hablado bastante otros. Aquí recuerdo a mi padre que decía que teníamos que aprender a nadar, que en la guerra tuvo que cruzar un río y no se ahogó de milagro y a mi madre que decía también “agua que no as de beber déjala correr”
No puedo dejar de recordar a los ausentes, a los que por uno u otro motivo no pueden acompañarnos en estas fiestas.
Sobre todo, a los que se han quedado en el camino, quiero desde aquí rendir un sincero homenaje a Concha de la Juana Rito, una yechana de pura cepa que nos ha dejado demasiado joven y a la Paca de Olmeda que la enterramos anteayer, desde aquí quiero darles ánimo a sus hijas, a la Paquita y la Carmen que lo están pasando mal y en especial, quiero recordar a Paco de la Casa Corcha, mi cuñado, que por aquello del destino, quiso venir a dejar su vida en esta tierra que le vio nacer. Y para todos aquellos que por la escasez de tiempo no puedo mencionar mi más sincero reconocimiento y recuerdo.
Quiero también darle muchos ánimos a un yechano muy próximo y que sé que lo ha pasado mal últimamente, me refiero a Juan Gutiérrez, espero y deseo que pronto se recupere totalmente con la compañía de Isabel su mujer y la ayuda de Juana su hija.
Y, por supuesto, no puedo dejar de felicitar a mi tío Pedro de la Casa Corcha por sus cien años recién cumplidos (y muchos más que aún le quedan por cumplir), creo que es el yechano más longevo. Y también, desde aquí le mando un beso cariñoso a mi tía Juana la Mama.
Mucho os estoy hablando del pasado, porque lo recuerdo con alegría y orgullo, por cierto, sé que se están recopilando datos para la edición de un libro de historia de Yéchar si alguien conoce y desea aportar algo, que se ponga en contacto con Mary Cruz la Alcaldesa, Antonio el Neches o Juan Pedro el Feo.
Pero Yéchar no es solo su pasado. Yéchar es presente. Presente vivo y rico, estamos, gracias a la autovía, a unos 15 minutos de Murcia. Y es que Yéchar ha mejorado sensiblemente, las veredas y caminos de tierra de antaño son ahora carreteras y calles asfaltadas, lo que antes eran corrales y eras, ahora son chales y confortables viviendas, el Bar de la Antonia, lugar de reunión en otro tiempo, se ha convertido en un Restaurante famoso
Y Yéchar, es también futuro. Futuro fértil y productivo, como las tierras que rodean nuestro pueblo y en las que tanto esfuerzo se ha invertido. Vislumbro para los yechanos y yechanas un futuro de prosperidad y desarrollo. Además del continuo progreso y sofisticación de la agricultura y ganadería (recordad que somos ejemplo modélico, no sólo nacional sino también internacional, que hasta los chinos nos quieren copiar, en la gestión del agua y del riego), la proximidad del polígono industrial del Arreaque y el proyecto de Central Eléctrica en la Caña la Olla, aseguran un porvenir ilusionante y floreciente para nuestra tierra. Y en ese futuro, son nuestros jóvenes los que deben desempeñar el papel principal. Por eso, desde aquí quiero animar a la juventud, para que disfrute de su pueblo, de sus fiestas y trabaje por su futuro.
Les deseo grandes éxitos al grupo roquero “a la Púa” que pronto los veamos en el festival de Benicasin
En cuanto al movimiento asociativo juvenil, tenemos peñas tan famosas como la peña de San Isidro, que cada año participa en la cabalgata de Mula.
Y los más jóvenes, los Frotasquinas, los Zanguangos y los Rates, con ellos he hablado recientemente y me han causado muy buena impresión, merecen por supuesto, nuestro reconocimiento, ellos son el futuro.
Queridos amigos, no quiero cansaros más, porque las fiestas nos esperan. Os invito a todos a disfrutar de ellas con alegría y buen humor, porque todos os lo merecéis. ¡Felices fiestas a todos! ¡Viva Yéchar! ¡Vivan los yechanos y yechanas! y ¡Viva la Purísima Concepción!
Un abrazo y muchas gracias.
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YECHAR, AGOSTO DE 2005.
Francisco Montoro Palazón
¡Yechanas y yechanos, visitantes, familiares y amigos, buenas noches a todos y bienvenidos a las Fiestas de la Purísima Concepción de este año 2005!
No se si merezco el honor de haber sido nombrado pregonero de nuestras fiestas, pero de lo que sí estoy seguro es, de que me siento muy agradecido de que os hayáis acordado de mí. Yo creo que el único mérito que puedo aportar es haber sido y seguir siendo un yechano orgulloso de su pueblo. Mi madre decía que yo había sido el primer bautizado en la pila bautismal de la Iglesia de la Purísima Concepción de Yéchar, y de ese privilegio, siempre me he sentido muy satisfecho. A pesar de que abandoné este pueblo siendo muy joven, allí donde he ido me he sentido yechano y siempre que he podido, he vuelto a Yéchar. A hablar con mis amigos, a visitar a mis familiares y también a pintarlo. Algunos de vosotros ya conocéis mi afición a la pintura y habéis podido comprobar que en muchos de mis cuadros he pintado Yéchar. Y es que me gusta mucho venir a Yéchar, porque cada vez que vengo me encuentro con un montón de amigos.
Yéchar... ¿Qué es Yéchar para mí? Cuando era pequeño, desde Belledite me parecía el centro del mundo, y es que en realidad es el centro de un territorio muy bien definido rodeado por las sierras del Cejo Cortao, de Ricote, Maraón, Muelas de Albudeite y Rambla Perea. Pero Yéchar es mucho más: es un orgullo, es una identidad, es un hogar y sobre todo, Yéchar son sus gentes, los yechanos y yechanas, nuestros padres, nuestra familia, nuestros amigos. Y también son sus costumbres, sus creencias y por supuesto, sus fiestas. Estas fiestas tan cálidas que celebramos en estos días.
Antiguamente, las fiestas eran muchos más frías. Y no porque no fueran divertidas, sino porque se celebraban en Diciembre, el día de la Purísima Concepción. Pasadas las fiestas, llegaba la Navidad, que era también muy celebrada en nuestro pueblo, con el baile, rondallas y aguilando de las ánimas y sobre todo, con la representación del auto de los Reyes Magos y de la Degollación, recuerdo al Rey Herodes (representado por el Tardio) que empuñando la espada con la cara y los ojos desencajados, y dando gritos decía, que iba a degollar a todos los niños de la tierra. Me entró un miedo que salí corriendo y creo que me pillaron en la cuesta Rufino.
Y es que Yéchar siempre ha sido lugar de festejos. Un joven que se llamaba Anastasio, conocido como “El Bolero”, que creo era de Fuente álamo, venía en bicicleta a dar clases de baile a los jóvenes de aquella época, actuamos en las Fiestas de Mula, yo formaba pareja con la Lola de Felipe y la verdad, que tuvimos bastante éxito. Cuando instalaron los altavoces en la torre de la Iglesia, cantábamos en la sacristía para todo el pueblo, yo por Antonio Molina y recuerdo que Conchita Lara cantaba, muy bien, la Campanera. Pero esta noche no boy a cantar ni bailar, boy a hablar un poco de las cosas que pasaban en Yéchar.
Yéchar siempre ha girado y sigue girando alrededor de la agricultura y la ganadería. Muchos de vosotros recordareis que la actividad más voluminosa de Yéchar era la paja. Me llamaba la atención como un carro se cargaba de paja hasta convertirlo en un pajar andante, en el que sólo se veía la paja y las mulas. Se decía, que los pajeros, entre otras cosas, llevaban una romana con dos pilones, uno más gordo y otro más pequeño, para comprar y para vender la paja. Para mí el pajero más representativo de Yéchar, fue “Perico ROSQUILLA” ¿como era posible, que aquel hombre tan pequeño y con desviación de columna, se cargara a cuestas una sabena de paja de 14 arrobas?
Todos sabemos la estrecha relación de la agricultura con el agua. No puedo dejar de hablar del agua de Yéchar: Pues bien para beber, teníamos el agua de la aljibe del pueblo y algunas veces la del charco, aguas muy apreciadas por todos. Para los animales y la limpieza de la casa, el agua de la acequia de la fuente y para lavar EL LAVADERO, que cumplía una doble función, como tal lavadero y como centro de comunicación y noticiero, allí, las noticias del pueblo eran difundidas, corregidas y aumentadas. Y para la higiene personal, una vez al año, siempre después de la trilla, para quitarnos el polvo de la era, teníamos muy cerca, los Baños de Mula, que por una peseta nos pasábamos todo el día metidos en agua caliente, hasta quedarnos arrugados. La higiene se extendía también al ganado, alguien recordará que el día de San Juan se lavaban las ovejas en los chorros de los Baños de Mula. Y hablando del agua, no puedo olvidarme de un personaje tan entrañable para Yéchar, como el FIEL, un yechano de verdad, dicen que ha habido otros antes, pero el que yo siempre he conocido, ha sido a Joaquín de Pacorro. Yo creo que este hombre merece un homenaje.
Después trajeron el agua del taibilla, con dos grifos para todo el pueblo.
Y ahora hay otras aguas, aguas que vienen de muy lejos, pero de esas aguas ya han hablado bastante otros. Aquí recuerdo a mi padre que decía que teníamos que aprender a nadar, que en la guerra tuvo que cruzar un río y no se ahogó de milagro y a mi madre que decía también “agua que no as de beber déjala correr”
No puedo dejar de recordar a los ausentes, a los que por uno u otro motivo no pueden acompañarnos en estas fiestas.
Sobre todo, a los que se han quedado en el camino, quiero desde aquí rendir un sincero homenaje a Concha de la Juana Rito, una yechana de pura cepa que nos ha dejado demasiado joven y a la Paca de Olmeda que la enterramos anteayer, desde aquí quiero darles ánimo a sus hijas, a la Paquita y la Carmen que lo están pasando mal y en especial, quiero recordar a Paco de la Casa Corcha, mi cuñado, que por aquello del destino, quiso venir a dejar su vida en esta tierra que le vio nacer. Y para todos aquellos que por la escasez de tiempo no puedo mencionar mi más sincero reconocimiento y recuerdo.
Quiero también darle muchos ánimos a un yechano muy próximo y que sé que lo ha pasado mal últimamente, me refiero a Juan Gutiérrez, espero y deseo que pronto se recupere totalmente con la compañía de Isabel su mujer y la ayuda de Juana su hija.
Y, por supuesto, no puedo dejar de felicitar a mi tío Pedro de la Casa Corcha por sus cien años recién cumplidos (y muchos más que aún le quedan por cumplir), creo que es el yechano más longevo. Y también, desde aquí le mando un beso cariñoso a mi tía Juana la Mama.
Mucho os estoy hablando del pasado, porque lo recuerdo con alegría y orgullo, por cierto, sé que se están recopilando datos para la edición de un libro de historia de Yéchar si alguien conoce y desea aportar algo, que se ponga en contacto con Mary Cruz la Alcaldesa, Antonio el Neches o Juan Pedro el Feo.
Pero Yéchar no es solo su pasado. Yéchar es presente. Presente vivo y rico, estamos, gracias a la autovía, a unos 15 minutos de Murcia. Y es que Yéchar ha mejorado sensiblemente, las veredas y caminos de tierra de antaño son ahora carreteras y calles asfaltadas, lo que antes eran corrales y eras, ahora son chales y confortables viviendas, el Bar de la Antonia, lugar de reunión en otro tiempo, se ha convertido en un Restaurante famoso
Y Yéchar, es también futuro. Futuro fértil y productivo, como las tierras que rodean nuestro pueblo y en las que tanto esfuerzo se ha invertido. Vislumbro para los yechanos y yechanas un futuro de prosperidad y desarrollo. Además del continuo progreso y sofisticación de la agricultura y ganadería (recordad que somos ejemplo modélico, no sólo nacional sino también internacional, que hasta los chinos nos quieren copiar, en la gestión del agua y del riego), la proximidad del polígono industrial del Arreaque y el proyecto de Central Eléctrica en la Caña la Olla, aseguran un porvenir ilusionante y floreciente para nuestra tierra. Y en ese futuro, son nuestros jóvenes los que deben desempeñar el papel principal. Por eso, desde aquí quiero animar a la juventud, para que disfrute de su pueblo, de sus fiestas y trabaje por su futuro.
Les deseo grandes éxitos al grupo roquero “a la Púa” que pronto los veamos en el festival de Benicasin
En cuanto al movimiento asociativo juvenil, tenemos peñas tan famosas como la peña de San Isidro, que cada año participa en la cabalgata de Mula.
Y los más jóvenes, los Frotasquinas, los Zanguangos y los Rates, con ellos he hablado recientemente y me han causado muy buena impresión, merecen por supuesto, nuestro reconocimiento, ellos son el futuro.
Queridos amigos, no quiero cansaros más, porque las fiestas nos esperan. Os invito a todos a disfrutar de ellas con alegría y buen humor, porque todos os lo merecéis. ¡Felices fiestas a todos! ¡Viva Yéchar! ¡Vivan los yechanos y yechanas! y ¡Viva la Purísima Concepción!
Un abrazo y muchas gracias.
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