Corazón del valle de Ricote, por su situación geográfica, pueblo eminentemente de estructura morisca, verdadero museo hidráulico por la cantidad de infraestructuras que alberga, situado entre las faldas de una pared montañosa y el río Segura. Dos pueblos muy cercanos Villanueva y Ricote se miran de frente en un recodo del río, desde la montaña que encajona el cauce, las casas descienden hasta los pequeños y bien aprovechados bancales.

Destaca la iglesia parroquial de San Agustín, de estilo mudéjar con imágenes de la Dolorosa y del patrón. Se construyó a principios del siglo XVI bajo una autorización falsa del Papa.

El 28 de Agosto San Agustin, no puedes decir que lo has vivido todo si no vienes a vivir las fiestas de Ojós, pueblecito pequeño pero matón. Si te gusta la polvora, no lo dudes ven, verás como de pronto la noche del 28 de agosto sacan al santo de laiglesia acampañado de la virgen de la Cabeza y le hacen las ofrendas que han prometido durante el año, (petardos), los tiran todos de gope, podras presenciar como sube una gran rista naranja hasta cielo y luego....BOOOOM se hace hasta de dia , queda el cielo blanco, bueno no hay palabras para explicar lo maravillosa y escalofriante que es esa noche. Si vienes, repetiras!!!! (os lodigo yo, no soy Ojetera soy catalana, pero ojos cautibo mi corazón al igual que los ojeteros, en especial mi padre al que adoro).

Su población surgió alrededor del río Segura y su historia viene paralela a los municipios que se encuentran en el Valle de Ricote.

En 1222 fue conquistado por Aben Hud, más tarde se cedió a la Orden de Santiago, dependiendo ahora de la Encomienda de Ricote.

Antiguamente fue llamada Osós, que en árabe significa "huertos".

Con la expulsión de los moriscos del valle de Ricote en 1618, los desbordamientos del río Segura y las epidemias, se produjo una gran crisis económica y demográfica.

Y hasta mediados del siglo XIX, no conseguiría estabilizarse y prosperar. Se produce un levantamiento de los vecinos contra las familias Mass y Marín y Melgarejo, por lo que se declaró en la villa estado de excepción.

En este modesto pueblo se puede disfrutar de frondosos y bellos paisajes huertanos, donde sus habitantes se dedican preferentemente a la agricultura, con cultivo de cítricos.
También se puede visitar el salto de la novia, donde, cuenta la leyenda que un moro notable perseguía a una joven cristiana ya prometida. La novia recién desposada huye con su marido y ambos saltan sobre el segura y logran escapar.

En Ojós se derivan las aguas del trasvase Tajo-Segura. La estación de bombeo es interesante de visitar.

Posee numerosos parajes que deleitan con su color y dinámica, así como El Solvente, la Sierra de El Cajal y las orillas del río Segura.