Tras la entrada en la órbita castellana de la Taifa de
Murcia a partir de 1243, los conflictos sucesorios entre Alfonso X y Sáncho IV llevaron a este último a prometer el
valle de
Ricote a la Orden de Santiago de cara a conseguir su apoyo, dando comienzo la encomienda santiaguista en 1285. Hasta esa fecha, el valle había estado concedido en señorío a Enrique Pérez de Arana. La población mudéjar de
Ojós se convirtió al cristianismo en el año 1501. A partir de este momento nacería en el
pueblo la idea de separarse de Ricote y convertirse en Concejo independiente, consiguiéndolo en 1588.