Viernes
Santo es el único día del año en que se juega a "las caras". Consiste en que dos personas, "la banca", (tradicionalmente han sido miembros de la misma
familia) lanzan al aire sendas monedas, en un corro de participantes que dejan su apuesta a la vista de todos. Según salga "cara" o "
cruz" gana la banca o ganan los apostantes.