Paisaje precioso, pueblo con encanto, pero abandonado de la mano de Dios, y los habitantes, amables y sencillos, no se merecen eso. Vivir entre toda esa porquería de residuos de las minas y que deben de ser toxicos, no es justo y no merecen eso la población. Fotografia de la playa de arena echa desde el camino que va a la fabrica de minerales.