En este pueblecito he pasado los mejores
veranos de mi níñez y adolescencia. Mis primeros tonteos con los chicos, especialmente uno, al que nunca olvidaré. Los
paseos por la
noche...nos tumbábamos en la arena para mirar las estrellas o simplemente charlar con mi mejor
amiga.
Nunca olvidaré el
cine, al cual híbamos casi cada noche a
comer un montón de pipas al aire libre.
Doy gracias tambíen a mis padres por poder recordar ahora esos veranos tan intensos.