Donde mandaron como Jefe de Estación a mí tío Juan Jiménez y con él, mi querida tía Emilia, recién casados, la estación, me contaba estaba tan sola, que a veces creía que ni los pájaros por ahí pasaban. De esto hace ya tantos años, y sin embargo me acordaré mientras viva de todo lo que me contó mí muy querida tía. En su memoria. Te quiero, os quiero a los dos.