Desde
Alicante rogamos no sean tan católicos y fotografíen para
ëspaña algo más que una
Iglesia común sin ningun dato peculiar, dejando espacio para una industria artesanal cuyo metodo de fabricación es único en pleno s. XXI, así como dando una imagen valentinera interesante y a la vez llamativa para un turismo rural que crece cada vez más. Un descendiente valentinero.