Cuando el rey (trasnochado, decaído, desganado, acomodado y obligado)llama a formación, sus guerreros en armas aparecen formados con todo el equipo de batalla, pero sin saber a donde su amo les va a mandar. Así están los engañados, bueno los que se dejan engañar queriendo, a deshoras, arrebatados por la premura de llegar antes al campo de batalla que sus llamados "enemigos". Pero no saben que éstos han llegado antes a él, se han asentado y cogido las mejores posiciones para esa batalla final, llevando ... (ver texto completo)