Aparece por primera vez en la Crónica Albendense en el año 740, en la que se narra la expulsión de los musulmanes de la localidad por parte de Alfonso I de
Asturias y su hermano Fruela. En los siglos XI y XII aparece varias veces citada la villa en los documentos del
Monasterio de
San Millán, donde está sepultado, Lope de
Ábalos, Conde de
Álava y Señor de Ábalos. Hasta 1567 fue aldea de San Vicente, y aunque se independizó, continuó en el señorío de los Condes de Castilnovo, que perdieron la propiedad al hacerse cargo de ella el tribunal de la Inquisición de Logroño por causa de unas deudas. Desde 1726 se constituye en villa independiente tras ser comprada por sus habitantes a la
Santa Inquisición por 53.500 maravedís.
Su nombre, según el profesor Guillermo Tejada, es un hidrónimo prelatino, en diminutivo y en plural, y viene a significar (tierra de) "
ríos pequeños" o "arroyos".