Gracias a este pueblo "alcanadre" he nacido, he crecido, he conocido la felicidad, la alegría, la amistad, lo positivo. También he conocido la tristeza, el dolor, la melancólía. Esto último no está reñido con lo primero, sino que es algo más en la lista de lo aprendido, ahora puedo decir, gracias alcanadre por darme todo lo bueno y todo lo malo que una persona puede ver para desarrollarse como persona.