Estuve en el mes de setiembre en el hermoso pueblo de Anguiano, donde nacio mi abuelo Domingo. Disfrute de sus calles, de sus cuestas y sobre todo de su gente que sin conocerme me recibieron tan calidamente. Fui a la ermita, visite las iglesias, el lavadero, y sobre todo disfrute de ese paisaje tan bello. Gracias a todos los que me brindaron tanta amistad, en especial al sr. Pelayo Hernandez Pascual. Ah! y me invitaron una comida casera que me supo a gloria! Gracias de nuevo y saludos desde Mar del Plata, Argentina.