Cuando nos conocimos en ese
verano hacias 80 años ¿Pero que 80 años? Cuantas tardes allí sentadas en el barranco, me enseñaste a ser rica por dentro y por fuera. Tu riqueza permanece dentro de tu gran corazon. ¿qué
felicidad más grande? La de poder estar en tu
huerta con tus perros, tu fregadera, tu granado, tus
olivos, tu azafran. SON MUY POCO ESTAS CUATRO PALABRAS, PERO NO OLVIDAREMOS JAMAS TU ENSEÑANZA, POR ESO EN VOZ BIEN ALTA SIEMPRE DIREMOS QUE TE QUEREMOS Y QUE TODOS LOS DE
ARENZANA DE ARRIBA ... (ver texto completo)