Anécdota: el otro día en la A-8, en un control, me paró la policía vasca (la ertzaintza), a la vez que me pedía la documentación, uno me preguntó que de dónde era, y le dije que de
Badarán, y me contestó, "hombre, ese
pueblo lo conozco yo y hay unos vinos estupendos". A continuación nos despedimos amistosamente (tampoco les había dado movimos para lo contrario).