Mi
amigo José Antonio, se ha ido como a El le gustaba, sin molestar, pero rodeado de una gran cantidad de gente que le queríamos. No me he atrevido a escribir nada hasta hoy y no soy el mas indicado para ensalzar la humanidad y el cariño que transmitía, porque la prueba fue los miles de personas que desfilaron por el Tanatorio y en su
pueblo, el día del entierro. Esa es la mejor seña de identidad, de la gran persona que era José Antonio.
Podría escribir horas y horas de su humanidad y cariño en
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